domingo, 31 de mayo de 2015
la quimica en la pintura.la historia de la pintura
Pintura prehistórica y antigua
Las pinturas más antiguas que se conocen fueron realizadas
en las paredes de las cuevas que servían de abrigo a la especie humana hace
treinta mil años, durante el periodo paleolítico. Hay muestras del arte
paleolítico en emplazamientos de Europa occidental, del África sahariana y del
sur, y en Australia. En algunas zonas, como el litoral mediterráneo, el
desarrollo de la pintura siguió en el periodo neolítico.
Pinturas rupestres
Las pinturas que se conservan en las cuevas de España y del
sur de Francia representan, con increíble exactitud, bisontes, caballos y
ciervos. Estas representaciones están realizadas en colores de tierra,
compuestos de diferentes minerales pulverizados y mezclados con grasa animal,
clara de huevo, extractos de plantas, cola de pescado, e incluso sangre; se
aplicaban con pinceles hechos de varitas y juncos o se soplaban sobre la pared.
Estas pinturas debieron cumplir un papel en los rituales mágicos, aunque no se
conoce con certeza su naturaleza exacta.
Por ejemplo, en una pintura rupestre de Lascaux, Francia,
aparece un hombre entre los animales junto a varios puntos oscuros; aunque su
exacto significado permanece desconocido, demuestra la presencia de una
conciencia espiritual y la capacidad de expresarla por medio de imágenes,
signos y símbolosPintura egipcia
Hace más de 5.000 años los artistas egipcios empezaron a
pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas
y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura
o la celebración de banquetes. Igual que en la escultura egipcia, prevalecen
dos constantes estilísticas. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales
que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando
las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la
escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón
aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Pintura minoica
Los minoicos decoraron con pinturas realistas, de gran
viveza, las paredes de sus palacios en Creta y también la cerámica. Por
ejemplo, el famoso fresco del salto del toro (1500 antes de Cristo, Museo
Heraklion, Creta) recrea un juego ritual entre personas y un toro. La vida del
mar era un tema frecuente, como en el fresco del delfín (c. 1500 antes de
Cristo), que se encuentra en las paredes del palacio del rey Minos en Knossos,
o en el jarrón del pulpo (c. 1500 antes de Cristo, Heraklion Museum), una
vasija globular sobre cuya superficie ondulan los tentáculos de un pulpo, que
definen y realzan su forma.
Pintura griega
Con excepción de algunos fragmentos, no hay vestigios de los
murales griegos. Sin embargo, las representaciones naturalistas de escenas
mitológicas en la cerámica griega pueden arrojar alguna luz sobre cómo era esa
pintura de gran formato. En la era helenística, las escenas y motivos
representados en los mosaicos son también probablemente el eco de pinturas
monumentales realizadas con otras técnicas que no han llegado hasta nosotros.
Pintura romana
Los romanos decoraban sus villas con suelos de mosaicos y
exquisitos frescos representando rituales, mitos, paisajes, naturalezas muertas
o bodegones, y escenas cotidianas. Los artistas romanos conseguían crear la
ilusión de realidad, utilizando la técnica conocida como perspectiva aérea,
mediante la que se representan de forma más borrosa los colores y contornos de
los objetos más distantes para conseguir efectos espaciales. En las
excavaciones realizadas en las ciudades de Pompeya y Herculano, que quedaron
enterradas por la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era, se ha
recuperado una recopilación de pintura romana, tanto civil como religiosa.
Pintura paleocristiana y bizantina
Las muestras de pintura paleocristiana que han llegado hasta
nosotros datan de los siglos III y IV y son los frescos de las catacumbas, en
los que se representan escenas del Nuevo Testamento, cuya característica son
ciertas estilizaciones y convencionalismos artísticos procedentes del mundo clásico.
Por ejemplo, Jesús aparecía como el Buen Pastor, con una figura adoptada de las
representaciones del dios griego Hermes; para simbolizar la resurrección se
representaba la historia de Jonás liberado de la ballena, según el Antiguo
Testamento.
Entre las obras más extraordinarias de este periodo
paleocristiano se encuentran los mosaicos, del siglo VI, de las iglesias de
Rávena, Italia, destacando los de San Vitale en los que están representados
temas tanto espirituales como profanos. Las figuras estilizadas y alargadas que
decoran las paredes de la iglesia, vistas casi de frente, miran al espectador
con los ojos muy abiertos y parecen flotar ingrávidas y atemporales.
Esta presentación poco terrenal pasó a ser característica
del arte bizantino y el estilo quedó vinculado a la corte imperial cristiana de
Constantinopla, que perduró del año 330 al 1453. El estilo bizantino aparece
también en los iconos, pinturas convencionales sobre tabla, destinadas al
culto, que representan a Jesucristo, la Virgen y los santos. En los manuscritos
miniados, tanto de textos laicos —los textos de Virgilio (siglo IV o principios
del V, Biblioteca Vaticana, Roma)—, como de escritos cristianos —el Salterio de
París (siglo X, Biblioteca Nacional, París)—, se aprecian vestigios del estilo
grecorromano.
Pintura prehispánica en América
Las pinturas murales de Teotihuacán y las poblaciones
vecinas de Tetitla y Tepentitla expresan la visión de la creación del universo
según los antiguos mesoamericanos que poblaron esa zona situada en el norte y
el centro de América, entre los siglos II antes de Cristo y VII después de
Cristo La descripción del viaje que emprende el alma a través de lo que en
conceptos cristianos se llamaría cielo e infierno refleja la inquietud respecto
a la trascendencia del ser humano que no se conforma con su existencia
terrenal. Alegorías de lo más preciado como el agua, la sangre, la vida, la
serenidad, están reflejadas en los frescos dedicados a Tláloc, deidad de la
lluvia, y al paraíso que ofrece cada vez que se prodiga.
Además de los códices, o escenas de la vida y la historia
prehispánicas plasmadas en libros pintados, sobresalen las pinturas murales de
Cacaxtla, en Tlaxcala, y de Bonampak, en Yucatán (México). En ellas quedaron
plasmadas vivas escenas bélicas y ceremoniales donde resalta el dramatismo del
dolor y el orgullo del triunfo. El uso de los colores —como el fondo azul
característico maya— y del detalle, en los innumerables giros y atributos de
las vestimentas de los personajes que lucen excelsos penachos, armamentos,
joyería, calzados, máscaras, sientan las bases de un pilar fundamental de la
plástica americana. En un detalle de los frescos de Bonampak (785 después de
Cristo) se ve a un prisionero desmayado sobre una escalinata en uno de los
escorzos más logrados de la pintura antigua. Es digno de mención el hecho de
que pasarían unos siglos hasta que las culturas de América tuvieran contacto
con las europeas y, por tanto, se desarrollaron sin ninguna influencia
extracontinental.
Pintura medieval
El arte de la edad media —que se desarrolló fuera del
imperio bizantino y dentro de lo que eran las fronteras del norte del mundo
romano— puede clasificarse según sus rasgos estilísticos distintivos. El arte
celta, que floreció entre los siglos VII y XIX en los monasterios de diferentes
zonas de las islas Británicas, se basaba sobre todo en intrincados dibujos
caligráficos. Se realizaron manuscritos miniados muy decorados, como los
Evangelios de Lindisfarne (c. 698-721, Museo Británico, Londres), con
elaborados motivos lineales, planos, en los que se combinan elementos celtas y
germánicos. En el periodo románico, durante los siglos XI y XII, los manuscritos
del norte de Europa no denotaban ningún estilo concreto; algunas iluminaciones
eran de inspiración clásica, mientras que otras señalaban un nuevo estilo de
dibujo, enérgico y muy acusado. En el periodo gótico que siguió, desde fin del
siglo XII hasta el comienzo del renacimiento italiano, se introdujo un gran
repertorio de medios técnicos, y la pintura dejó de ser un producto de
monasterio.
Pintura gótica
Durante el principio del periodo gótico, la estructura de
las catedrales concedía mayor importancia a las ventanas, por lo que las
vidrieras desempeñaron un papel más prominente en el arte que los manuscritos
miniados. Los artistas laicos instalaron sus talleres en París y en otros
centros importantes, produciendo elaborados manuscritos miniados para los
clientes reales. Hasta nosotros han llegado pinturas de temas seglares
realizadas en aquel periodo, sobre todo en Italia. En el Palazzo Pubblico de
Siena, Ambrogio Lorenzetti pintó unos frescos, entre 1338 y 1339, que
representan la vida ciudadana y campesina del siglo XIV, y en la sala del
consejo del ayuntamiento, se conserva un retrato ecuestre, pintado por Simone
Martini, en el que aparece un héroe militar local, con su campamento como telón
de fondo. Véase Arte y arquitectura góticas.
Estilo gótico internacional
La fusión de las tradiciones artísticas del norte de Europa
y de Italia que tuvieron lugar a principios del siglo XV, se conoce como estilo
gótico internacional. Entre las muchas características que definen la pintura
de este estilo, se encuentra el detalle realista, que denota una perspicaz
observación de los seres humanos y de la naturaleza, por parte del pintor. A
principios de la década de 1400, los hermanos Limbourg se trasladaron de
Flandes a Francia; allí, por encargo de Jean de France, duque de Berry, crearon
el magnífico libro de horas Tregraves riches heures du duc de Berry (1413-1416,
Musée Condé, Chantilly, Francia). Es una de las obras más importantes del
estilo gótico internacional y sus páginas de calendario retratan la vida
campesina y la de la nobleza; constituye un brillante documento sobre el
vestido, actividades y arquitectura de la época. Aunque se trata de
ilustraciones a toda página, reflejan un estilo medieval anterior, en el hecho
de que las figuras son pequeñas y tienen que compartir la atención del lector
con otras imágenes.
Giotto
Por contraste, unos cien años antes que los hermanos
Limbourg, el pintor italiano Giotto había conferido a la figura humana un
tamaño y dignidad monumentales, haciéndola protagonista de la historia. Con su
obra revolucionó la pintura italiana y sus descubrimientos, junto con los de
otros artistas, terminaron por afectar a la pintura en el norte. En la Capilla
de la Arena, en Padua, se conservan los soberbios frescos pintados por Giotto,
entre 1305 y 1306, sobre las vidas de Jesús y de la Virgen. El artista pintó
también retablos de madera de gran formato, como otros muchos pintores del fin
de la etapa medieval.
Pintura renacentista
El término renacimiento describe la revolución cultural de
los siglos XV y XVI originada en Italia por el despertar del interés hacia la
cultura clásica y por una fuerte confianza en el individualismo. Véase Arte y
arquitectura renacentistas. Se seguía rindiendo culto a los logros de la
antigüedad, pero al mismo tiempo se producía una reactivación intelectual y
cultural. Por ejemplo, hacia 1427, Masaccio —uno de los grandes innovadores del
periodo— realizó, en la capilla Brancacci de la iglesia de Santa Maria del
Carmine, en Florencia, una notable serie de frescos que revelan su atenta
observación del comportamiento humano, al tiempo que demuestran su conocimiento
del arte antiguo. En la Expulsión del paraíso, su Adán y Eva están realmente
avergonzados; la postura de Eva, intentando cubrirse el cuerpo con los brazos,
está basada en una actitud característica de la escultura clásica, conocida
como la Venus Púdica.
Las iglesias y edificios seglares de Italia y los museos de
todo el mundo ofrecen una gran recopilación de la pintura renacentista
italiana.
Pintura renacentista temprana
El desarrollo de los principios de la perspectiva lineal,
llevado a cabo por varios arquitectos y escultores a principios del siglo XV,
permitió a los pintores conseguir, por medio de la representación
bidimensional, la ilusión del espacio tridimensional. Muchos de los artistas
del primer renacimiento —como Paolo Uccello, Piero Della Francesca y Andrea
Mantegna— se valieron del empleo dramático de la perspectiva y del escorzo en
su dibujo para producir la ilusión de la prolongación de un objeto o figura en
el espacio. La exploración de la anatomía condujo a un mayor entendimiento de
la representación de la forma humana. También se empezaba a utilizar la pintura
al óleo, desafiando a la antigua supremacía del temple y del fresco. Los
pintores que explotaban el potencial de la nueva técnica trabajaban
superponiendo estratos de veladuras de óleo transparentes y los lienzos
sustituyeron a las antiguas tablas. Algo más tarde, otros artistas, sobre todo
los que trabajaban en Venecia —especialmente Domenico Veneziano, Giovanni
Bellini y Giorgione— destacaron por los tonos cálidos de sus óleos.
Pintura del alto renacimiento
Los maestros del alto renacimiento fueron Leonardo da Vinci,
Rafael, Miguel Ángel y Tiziano. Paradójicamente, Leonardo sólo dejó un puñado
de obras, pues dedicó la mayor parte de su tiempo a la observación científica
de los fenómenos y a los inventos técnicos. Realizaba continuos experimentos
con pigmentos oleosos sobre yeso seco, y a ello se debe el deterioro de los
murales que han llegado hasta nuestros días —como es el caso de La última cena
(1495-1497, Santa Maria delle Grazie, Milán)—. Rafael perfeccionó los
anteriores descubrimientos renacentistas en materia de color y de composición,
creando tipos ideales en sus representaciones de la Virgen y del Niño y en sus
estudios de retratos de sus coetáneos. La Capilla Sixtina del Vaticano, en
Roma, con sus frescos de la Creación y la Expulsión en la bóveda (1508-1512) y
el gran mural del Juicio Final (1536-1541), dan fe del genio pictórico de
Miguel ángel. Un estilo de pintura colorista alcanzó su clímax en Venecia con
las obras de Tiziano, cuyos retratos denotan un profundo conocimiento de la
naturaleza humana. Entre sus obras maestras se incluyen también
representaciones de temas cristianos y mitológicos, así como numerosos desnudos
femeninos, famosos en su género.
Manierismo
Hacia 1520, surgió en Italia un estilo sofisticado y
artificioso, muy intelectual, conocido como manierismo. Se confería más
importancia a la complejidad y a la distorsión que a la armonía de las líneas,
al color o a la composición; en el manierismo, hasta las pinturas religiosas
resultaban inquietantes para el espectador. Entre los pintores de este estilo
destacan Pontormo, Rosso Fiorentino, Parmigianino, Tintoretto y Bronzino. El
más conocido de los manieristas tardíos es El Greco, que aunque formado en
Italia, se estableció en España. Su manera, intensamente emocional, de abordar
sus temas, confería un fuerte sentido apocalíptico a sus obras, hasta a los
paisajes, como por ejemplo su Vista de Toledo (c. 1600-1610, Metropolitan
Museum of Art, Nueva York).
Pintura renacentista del norte de Europa
La influencia del renacimiento italiano alcanzó el norte de
Europa a principios del siglo XV, pero esta renovación de la actividad
artística y cultural no se basaba en la antiguuml;edad clásica, sino que estaba
más bien marcada por un gran interés hacia los seres humanos y su entorno y a
la meticulosa representación pictórica de los detalles naturales. Hablando en
general, el interés por el arte antiguo y el conocimiento de la perspectiva
lineal no se desarrollaron en el norte hasta el siglo XVI e, incluso entonces,
no todos los artistas sacaban provecho de los descubrimientos hechos en Italia.
Uno de los pintores holandeses más importantes del siglo XV
fue Jan van Eyck que, con la colaboración de su hermano Hubert, pintó el
políptico del Retablo de Gante (terminado en 1432, Iglesia de San Bavón, Gante,
Bélgica). En sus 24 paneles hay cientos de figuras, con una gran variedad de
vegetación tan fielmente representada que se pueden identificar más de treinta
especies de plantas. Entre los artistas flamencos de la época destacan Rogier
van der Weyden, cuyas pinturas religiosas se centran en el drama emocional;
Hans Memling, creador de figuras delicadas y llenas de gracia sobre fondos
etéreos; y Hugo van der Goes, que, por encargo de la familia Portinari, pintó
un soberbio retablo (c. 1476, Uffizi, Florencia) con gran riqueza de detalles.
Todos estos artistas se caracterizaban por el uso de símbolos, o iconografía.
El significado de los objetos no estaba en sí mismos sino que transmitían ideas
abstractas; por ejemplo, una vasija de cristal simbolizaba pureza. En la Europa
nórdica de entonces se entendía poco la perspectiva lineal; sin embargo, los
logros de la pintura flamenca y holandesa en las técnicas del temple y del óleo
no han sido superados.
"El martirio", Jean Fouquet
El pintor francés más importante de la época fue Jean
Fouquet, notable retratista y miniaturista, cuya obra denota la influencia
tanto del anterior arte flamenco como de la pintura italiana contemporánea. La
visita que realizó a Italia en la década de 1440 queda patente en la
representación de una iglesia renacentista italiana en el fondo de uno de los
cuerpos (c. 1450) de la obra devocional conocida como Díptico de Melun. Una de
las tablas se encuentra en los Staatliche Museen de Berlín y la otra en los Musées
Royaux des Beaux-Arts de Amberes, Bélgica.
A principios de la década de 1500 surgieron obras maestras
de pintores más interesados en el valor expresivo de sus temas que en la
perspectiva, la anatomía y las proporciones correctas. Buen ejemplo de ello es
el tríptico del Jardín de las delicias (c. 1500, Museo del Prado, Madrid), del
pintor holandés El Bosco; se trata de un conglomerado surrealista de formas
humanas y animales, sensualmente sugestivas, y de extrañas plantas. Otro
ejemplo de la exageración de la forma humana, característica del norte en el
siglo XVI, es el Retablo de Isenheim (1512-c. 1515, Unterlinden Museum, Colmar,
Francia), obra conmovedora del pintor alemán Matthias Grünewald. Por contraste,
otro artista alemán Alberto Durero, el auténtico genio renacentista del norte,
es conocido por su soberbia manera de representar la figura humana. Durero era
un humanista cristiano, cuya curiosidad científica era comparable a la de
Leonardo, y se inspiraba en el filósofo holandés Erasmo de Rotterdam y en
Martin Lutero, como queda patente en el grabado El caballero, la muerte y el
diablo (1513) y en los cuadros gemelos de los Cuatro apóstoles (c. 1526, Alte
Pinakothek, Munich), obras en las que demuestra sus notables cualidades como
dibujante. Otro conocido artista, alemán de nacimiento, fue Hans Holbein el
Joven, recordado sobre todo por sus retratos, entre los que destacan el de
Enrique VIII y el de Tomás Moro.
Entre los pintores holandeses del siglo XVI sobresale Pieter
Brueghel el Viejo, con sus notables escenas de la vida campesina, muchas de las
cuales son comentarios satíricos sobre la locura humana. Las atractivas obras
de Brueghel sobre mitos, parábolas y proverbios eran tan apreciadas en el siglo
XVI como lo siguen siendo en la actualidad.
Pintura barroca
El arte barroco del siglo XVII se caracteriza por su aspecto
dinámico, en contraste con el estilo clásico, relativamente estático, del
renacimiento. Esta tendencia se distingue por las líneas compositivas
diagonales, que proporcionan el sentido del movimiento, y por el empleo de un
marcado claroscuro. Con ambas técnicas se consiguió un estilo dramático,
grandioso, apropiado al espíritu fundamental de la contrarreforma. Muchos
pintores de principios del siglo XVII empezaron también a desviarse de la
artificialidad del manierismo en un intento por volver a un reflejo más exacto
del mundo natural.
Pintura rococó
El arte rococó, que floreció en Francia y en Alemania a
principios del siglo XVIII, era en muchos aspectos una continuación del barroco,
sobre todo en lo concerniente al uso de la luz y de la sombra y al movimiento
compositivo.
Sin embargo, el rococó es un estilo más ligero y festivo,
muy adecuado para la decoración de las residencias parisinas. Entre los
pintores rococó destaca Jean Antoine Watteau, conocido por sus pinturas etéreas
de enamorados elegantemente vestidos, solazándose en las fetes galantes
(reuniones al aire libre, que estaban de moda); estas fantasías bucólicas
fueron muy emuladas por otros artistas franceses.
También eran muy populares las escenas mitológicas y
pastorales, en las que aparecían mujeres desenfadadas y distinguidas,
realizadas por Francois Boucher y Jean-Honoré Fragonard.
Por su parte, J. B. S. Cardín, también destacado como pintor
de bodegones, confería a las mujeres el papel de madre y de ama de casa en sus
escenas de género. Como ejemplo del estilo rococó en Alemania está la obra del
pintor italiano Giovanni Battista Tiepolo, que pasó algún tiempo en Como
parangón a la tradición rococó del continente, se encuentran las obras de tres
destacados artistas ingleses del siglo XVIII. WilliamPintura egipcia
Hace más de 5.000 años los artistas egipcios empezaron a
pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas
y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura
o la celebración de banquetes. Igual que en la escultura egipcia, prevalecen
dos constantes estilísticas. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales
que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando
las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la
escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón
aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Pintura minoica
Los minoicos decoraron con pinturas realistas, de gran
viveza, las paredes de sus palacios en Creta y también la cerámica. Por
ejemplo, el famoso fresco del salto del toro (1500 antes de Cristo, Museo
Heraklion, Creta) recrea un juego ritual entre personas y un toro. La vida del
mar era un tema frecuente, como en el fresco del delfín (c. 1500 antes de
Cristo), que se encuentra en las paredes del palacio del rey Minos en Knossos,
o en el jarrón del pulpo (c. 1500 antes de Cristo, Heraklion Museum), una vasija
globular sobre cuya superficie ondulan los tentáculos de un pulpo, que definen
y realzan su forma.
Pintura griega
Con excepción de algunos fragmentos, no hay vestigios de los
murales griegos. Sin embargo, las representaciones naturalistas de escenas
mitológicas en la cerámica griega pueden arrojar alguna luz sobre cómo era esa
pintura de gran formato. En la era helenística, las escenas y motivos
representados en los mosaicos son también probablemente el eco de pinturas
monumentales realizadas con otras técnicas que no han llegado hasta nosotros.
Pintura romana
Los romanos decoraban sus villas con suelos de mosaicos y
exquisitos frescos representando rituales, mitos, paisajes, naturalezas muertas
o bodegones, y escenas cotidianas. Los artistas romanos conseguían crear la
ilusión de realidad, utilizando la técnica conocida como perspectiva aérea,
mediante la que se representan de forma más borrosa los colores y contornos de
los objetos más distantes para conseguir efectos espaciales. En las excavaciones
realizadas en las ciudades de Pompeya y Herculano, que quedaron enterradas por
la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era, se ha recuperado una
recopilación de pintura romana, tanto civil como religiosa.
Pintura paleocristiana y bizantina
Las muestras de pintura paleocristiana que han llegado hasta
nosotros datan de los siglos III y IV y son los frescos de las catacumbas, en
los que se representan escenas del Nuevo Testamento, cuya característica son
ciertas estilizaciones y convencionalismos artísticos procedentes del mundo
clásico. Por ejemplo, Jesús aparecía como el Buen Pastor, con una figura
adoptada de las representaciones del dios griego Hermes; para simbolizar la
resurrección se representaba la historia de Jonás liberado de la ballena, según
el Antiguo Testamento.
Entre las obras más extraordinarias de este periodo
paleocristiano se encuentran los mosaicos, del siglo VI, de las iglesias de
Rávena, Italia, destacando los de San Vitale en los que están representados
temas tanto espirituales como profanos. Las figuras estilizadas y alargadas que
decoran las paredes de la iglesia, vistas casi de frente, miran al espectador
con los ojos muy abiertos y parecen flotar ingrávidas y atemporales.
Esta presentación poco terrenal pasó a ser característica
del arte bizantino y el estilo quedó vinculado a la corte imperial cristiana de
Constantinopla, que perduró del año 330 al 1453. El estilo bizantino aparece
también en los iconos, pinturas convencionales sobre tabla, destinadas al
culto, que representan a Jesucristo, la Virgen y los santos. En los manuscritos
miniados, tanto de textos laicos —los textos de Virgilio (siglo IV o principios
del V, Biblioteca Vaticana, Roma)—, como de escritos cristianos —el Salterio de
París (siglo X, Biblioteca Nacional, París)—, se aprecian vestigios del estilo
grecorromano.
Pintura prehispánica en América
Las pinturas murales de Teotihuacán y las poblaciones
vecinas de Tetitla y Tepentitla expresan la visión de la creación del universo
según los antiguos mesoamericanos que poblaron esa zona situada en el norte y
el centro de América, entre los siglos II antes de Cristo y VII después de
Cristo La descripción del viaje que emprende el alma a través de lo que en
conceptos cristianos se llamaría cielo e infierno refleja la inquietud respecto
a la trascendencia del ser humano que no se conforma con su existencia
terrenal. Alegorías de lo más preciado como el agua, la sangre, la vida, la
serenidad, están reflejadas en los frescos dedicados a Tláloc, deidad de la
lluvia, y al paraíso que ofrece cada vez que se prodiga.
Además de los códices, o escenas de la vida y la historia
prehispánicas plasmadas en libros pintados, sobresalen las pinturas murales de
Cacaxtla, en Tlaxcala, y de Bonampak, en Yucatán (México). En ellas quedaron
plasmadas vivas escenas bélicas y ceremoniales donde resalta el dramatismo del
dolor y el orgullo del triunfo. El uso de los colores —como el fondo azul
característico maya— y del detalle, en los innumerables giros y atributos de
las vestimentas de los personajes que lucen excelsos penachos, armamentos,
joyería, calzados, máscaras, sientan las bases de un pilar fundamental de la
plástica americana. En un detalle de los frescos de Bonampak (785 después de
Cristo) se ve a un prisionero desmayado sobre una escalinata en uno de los
escorzos más logrados de la pintura antigua. Es digno de mención el hecho de
que pasarían unos siglos hasta que las culturas de América tuvieran contacto
con las europeas y, por tanto, se desarrollaron sin ninguna influencia extracontinental.
Pintura medieval
El arte de la edad media —que se desarrolló fuera del
imperio bizantino y dentro de lo que eran las fronteras del norte del mundo
romano— puede clasificarse según sus rasgos estilísticos distintivos. El arte
celta, que floreció entre los siglos VII y XIX en los monasterios de diferentes
zonas de las islas Británicas, se basaba sobre todo en intrincados dibujos
caligráficos. Se realizaron manuscritos miniados muy decorados, como los
Evangelios de Lindisfarne (c. 698-721, Museo Británico, Londres), con elaborados
motivos lineales, planos, en los que se combinan elementos celtas y germánicos.
En el periodo románico, durante los siglos XI y XII, los manuscritos del norte
de Europa no denotaban ningún estilo concreto; algunas iluminaciones eran de
inspiración clásica, mientras que otras señalaban un nuevo estilo de dibujo,
enérgico y muy acusado. En el periodo gótico que siguió, desde fin del siglo
XII hasta el comienzo del renacimiento italiano, se introdujo un gran
repertorio de medios técnicos, y la pintura dejó de ser un producto de
monasterio.
Pintura gótica
Durante el principio del periodo gótico, la estructura de
las catedrales concedía mayor importancia a las ventanas, por lo que las
vidrieras desempeñaron un papel más prominente en el arte que los manuscritos
miniados. Los artistas laicos instalaron sus talleres en París y en otros
centros importantes, produciendo elaborados manuscritos miniados para los
clientes reales. Hasta nosotros han llegado pinturas de temas seglares
realizadas en aquel periodo, sobre todo en Italia. En el Palazzo Pubblico de
Siena, Ambrogio Lorenzetti pintó unos frescos, entre 1338 y 1339, que
representan la vida ciudadana y campesina del siglo XIV, y en la sala del
consejo del ayuntamiento, se conserva un retrato ecuestre, pintado por Simone
Martini, en el que aparece un héroe militar local, con su campamento como telón
de fondo. Véase Arte y arquitectura góticas.
Estilo gótico internacional
La fusión de las tradiciones artísticas del norte de Europa
y de Italia que tuvieron lugar a principios del siglo XV, se conoce como estilo
gótico internacional. Entre las muchas características que definen la pintura
de este estilo, se encuentra el detalle realista, que denota una perspicaz
observación de los seres humanos y de la naturaleza, por parte del pintor. A
principios de la década de 1400, los hermanos Limbourg se trasladaron de
Flandes a Francia; allí, por encargo de Jean de France, duque de Berry, crearon
el magnífico libro de horas Tregraves riches heures du duc de Berry (1413-1416,
Musée Condé, Chantilly, Francia). Es una de las obras más importantes del
estilo gótico internacional y sus páginas de calendario retratan la vida
campesina y la de la nobleza; constituye un brillante documento sobre el
vestido, actividades y arquitectura de la época. Aunque se trata de
ilustraciones a toda página, reflejan un estilo medieval anterior, en el hecho
de que las figuras son pequeñas y tienen que compartir la atención del lector
con otras imágenes.
Giotto
Por contraste, unos cien años antes que los hermanos
Limbourg, el pintor italiano Giotto había conferido a la figura humana un
tamaño y dignidad monumentales, haciéndola protagonista de la historia. Con su
obra revolucionó la pintura italiana y sus descubrimientos, junto con los de
otros artistas, terminaron por afectar a la pintura en el norte. En la Capilla
de la Arena, en Padua, se conservan los soberbios frescos pintados por Giotto,
entre 1305 y 1306, sobre las vidas de Jesús y de la Virgen. El artista pintó
también retablos de madera de gran formato, como otros muchos pintores del fin
de la etapa medieval.
Pintura renacentista
El término renacimiento describe la revolución cultural de
los siglos XV y XVI originada en Italia por el despertar del interés hacia la
cultura clásica y por una fuerte confianza en el individualismo. Véase Arte y
arquitectura renacentistas. Se seguía rindiendo culto a los logros de la
antigüedad, pero al mismo tiempo se producía una reactivación intelectual y
cultural. Por ejemplo, hacia 1427, Masaccio —uno de los grandes innovadores del
periodo— realizó, en la capilla Brancacci de la iglesia de Santa Maria del
Carmine, en Florencia, una notable serie de frescos que revelan su atenta
observación del comportamiento humano, al tiempo que demuestran su conocimiento
del arte antiguo. En la Expulsión del paraíso, su Adán y Eva están realmente
avergonzados; la postura de Eva, intentando cubrirse el cuerpo con los brazos,
está basada en una actitud característica de la escultura clásica, conocida
como la Venus Púdica.
Las iglesias y edificios seglares de Italia y los museos de
todo el mundo ofrecen una gran recopilación de la pintura renacentista
italiana.
Pintura renacentista temprana
El desarrollo de los principios de la perspectiva lineal,
llevado a cabo por varios arquitectos y escultores a principios del siglo XV,
permitió a los pintores conseguir, por medio de la representación
bidimensional, la ilusión del espacio tridimensional. Muchos de los artistas
del primer renacimiento —como Paolo Uccello, Piero Della Francesca y Andrea
Mantegna— se valieron del empleo dramático de la perspectiva y del escorzo en
su dibujo para producir la ilusión de la prolongación de un objeto o figura en el
espacio. La exploración de la anatomía condujo a un mayor entendimiento de la
representación de la forma humana. También se empezaba a utilizar la pintura al
óleo, desafiando a la antigua supremacía del temple y del fresco. Los pintores
que explotaban el potencial de la nueva técnica trabajaban superponiendo
estratos de veladuras de óleo transparentes y los lienzos sustituyeron a las
antiguas tablas. Algo más tarde, otros artistas, sobre todo los que trabajaban
en Venecia —especialmente Domenico Veneziano, Giovanni Bellini y Giorgione—
destacaron por los tonos cálidos de sus óleos.
Pintura del alto renacimiento
Los maestros del alto renacimiento fueron Leonardo da Vinci,
Rafael, Miguel Ángel y Tiziano. Paradójicamente, Leonardo sólo dejó un puñado
de obras, pues dedicó la mayor parte de su tiempo a la observación científica
de los fenómenos y a los inventos técnicos. Realizaba continuos experimentos
con pigmentos oleosos sobre yeso seco, y a ello se debe el deterioro de los
murales que han llegado hasta nuestros días —como es el caso de La última cena
(1495-1497, Santa Maria delle Grazie, Milán)—. Rafael perfeccionó los
anteriores descubrimientos renacentistas en materia de color y de composición,
creando tipos ideales en sus representaciones de la Virgen y del Niño y en sus
estudios de retratos de sus coetáneos. La Capilla Sixtina del Vaticano, en
Roma, con sus frescos de la Creación y la Expulsión en la bóveda (1508-1512) y
el gran mural del Juicio Final (1536-1541), dan fe del genio pictórico de Miguel
ángel. Un estilo de pintura colorista alcanzó su clímax en Venecia con las
obras de Tiziano, cuyos retratos denotan un profundo conocimiento de la
naturaleza humana. Entre sus obras maestras se incluyen también
representaciones de temas cristianos y mitológicos, así como numerosos desnudos
femeninos, famosos en su género.
Manierismo
Hacia 1520, surgió en Italia un estilo sofisticado y
artificioso, muy intelectual, conocido como manierismo. Se confería más
importancia a la complejidad y a la distorsión que a la armonía de las líneas,
al color o a la composición; en el manierismo, hasta las pinturas religiosas
resultaban inquietantes para el espectador. Entre los pintores de este estilo
destacan Pontormo, Rosso Fiorentino, Parmigianino, Tintoretto y Bronzino. El
más conocido de los manieristas tardíos es El Greco, que aunque formado en
Italia, se estableció en España. Su manera, intensamente emocional, de abordar
sus temas, confería un fuerte sentido apocalíptico a sus obras, hasta a los
paisajes, como por ejemplo su Vista de Toledo (c. 1600-1610, Metropolitan
Museum of Art, Nueva York).
Pintura renacentista del norte de Europa
La influencia del renacimiento italiano alcanzó el norte de
Europa a principios del siglo XV, pero esta renovación de la actividad artística
y cultural no se basaba en la antiguuml;edad clásica, sino que estaba más bien
marcada por un gran interés hacia los seres humanos y su entorno y a la
meticulosa representación pictórica de los detalles naturales. Hablando en
general, el interés por el arte antiguo y el conocimiento de la perspectiva
lineal no se desarrollaron en el norte hasta el siglo XVI e, incluso entonces,
no todos los artistas sacaban provecho de los descubrimientos hechos en Italia.
Uno de los pintores holandeses más importantes del siglo XV
fue Jan van Eyck que, con la colaboración de su hermano Hubert, pintó el
políptico del Retablo de Gante (terminado en 1432, Iglesia de San Bavón, Gante,
Bélgica). En sus 24 paneles hay cientos de figuras, con una gran variedad de
vegetación tan fielmente representada que se pueden identificar más de treinta
especies de plantas. Entre los artistas flamencos de la época destacan Rogier
van der Weyden, cuyas pinturas religiosas se centran en el drama emocional;
Hans Memling, creador de figuras delicadas y llenas de gracia sobre fondos
etéreos; y Hugo van der Goes, que, por encargo de la familia Portinari, pintó
un soberbio retablo (c. 1476, Uffizi, Florencia) con gran riqueza de detalles.
Todos estos artistas se caracterizaban por el uso de símbolos, o iconografía.
El significado de los objetos no estaba en sí mismos sino que transmitían ideas
abstractas; por ejemplo, una vasija de cristal simbolizaba pureza. En la Europa
nórdica de entonces se entendía poco la perspectiva lineal; sin embargo, los logros
de la pintura flamenca y holandesa en las técnicas del temple y del óleo no han
sido superados.
"El martirio", Jean Foque
El pintor francés más importante de la época fue Jean
Fouquet, notable retratista y miniaturista, cuya obra denota la influencia
tanto del anterior arte flamenco como de la pintura italiana contemporánea. La
visita que realizó a Italia en la década de 1440 queda patente en la
representación de una iglesia renacentista italiana en el fondo de uno de los
cuerpos (c. 1450) de la obra devocional conocida como Díptico de Melun. Una de
las tablas se encuentra en los Staatliche Museen de Berlín y la otra en los
Musées Royaux des Beaux-Arts de Amberes, Bélgica.
A principios de la década de 1500 surgieron obras maestras
de pintores más interesados en el valor expresivo de sus temas que en la
perspectiva, la anatomía y las proporciones correctas. Buen ejemplo de ello es
el tríptico del Jardín de las delicias (c. 1500, Museo del Prado, Madrid), del
pintor holandés El Bosco; se trata de un conglomerado surrealista de formas
humanas y animales, sensualmente sugestivas, y de extrañas plantas. Otro
ejemplo de la exageración de la forma humana, característica del norte en el
siglo XVI, es el Retablo de Isenheim (1512-c. 1515, Unterlinden Museum, Colmar,
Francia), obra conmovedora del pintor alemán Matthias Grünewald. Por contraste,
otro artista alemán Alberto Durero, el auténtico genio renacentista del norte,
es conocido por su soberbia manera de representar la figura humana. Durero era
un humanista cristiano, cuya curiosidad científica era comparable a la de
Leonardo, y se inspiraba en el filósofo holandés Erasmo de Rotterdam y en
Martin Lutero, como queda patente en el grabado El caballero, la muerte y el
diablo (1513) y en los cuadros gemelos de los Cuatro apóstoles (c. 1526, Alte
Pinakothek, Munich), obras en las que demuestra sus notables cualidades como
dibujante. Otro conocido artista, alemán de nacimiento, fue Hans Holbein el
Joven, recordado sobre todo por sus retratos, entre los que destacan el de
Enrique VIII y el de Tomás Moro.
Entre los pintores holandeses del siglo XVI sobresale Pieter
Brueghel el Viejo, con sus notables escenas de la vida campesina, muchas de las
cuales son comentarios satíricos sobre la locura humana. Las atractivas obras
de Brueghel sobre mitos, parábolas y proverbios eran tan apreciadas en el siglo
XVI como lo siguen siendo en la actualidad.
Pintura barroca
El arte barroco del siglo XVII se caracteriza por su aspecto
dinámico, en contraste con el estilo clásico, relativamente estático, del
renacimiento. Esta tendencia se distingue por las líneas compositivas
diagonales, que proporcionan el sentido del movimiento, y por el empleo de un
marcado claroscuro. Con ambas técnicas se consiguió un estilo dramático,
grandioso, apropiado al espíritu fundamental de la contrarreforma. Muchos
pintores de principios del siglo XVII empezaron también a desviarse de la
artificialidad del manierismo en un intento por volver a un reflejo más exacto
del mundo natural.
Pintura rococó
El arte rococó, que floreció en Francia y en Alemania a
principios del siglo XVIII, era en muchos aspectos una continuación del
barroco, sobre todo en lo concerniente al uso de la luz y de la sombra y al
movimiento compositivo.
Sin embargo, el rococó es un estilo más ligero y festivo,
muy adecuado para la decoración de las residencias parisinas. Entre los
pintores rococó destaca Jean Antoine Watteau, conocido por sus pinturas etéreas
de enamorados elegantemente vestidos, solazándose en las fetes galantes (reuniones
al aire libre, que estaban de moda); estas fantasías bucólicas fueron muy
emuladas por otros artistas franceses.
También eran muy populares las escenas mitológicas y
pastorales, en las que aparecían mujeres desenfadadas y distinguidas,
realizadas por Francois Boucher y Jean-Honoré Fragonard.
Por su parte, J. B. S. Chardin, también destacado como
pintor de bodegones, confería a las mujeres el papel de madre y de ama de casa
en sus escenas de género. Como ejemplo del estilo rococó en Alemania está la
obra del pintor italiano Giovanni Battista Tiepolo, que pasó algún tiempo en
Wurzburgo; los techos de la sala de la escalera y del salón de recepciones del
palacio episcopal de Wurzburgo están decorados con sus frescos de gran
ilusionismo.
Como parangón a la tradición rococó del continente, se
encuentran las obras de tres destacados artistas ingleses del siglo XVIII.
William Hogarth era conocido por sus cuadros y grabados de tono moralizante, en
los que satirizaba los disparates sociales de su época, como en su famosa serie
(primero pintada y después grabada) Mariage agrave; la mode (1745), en la que
relata la ruinosa trayectoria de los matrimonios de conveniencia.
Thomas Gainsborough y Sir Joshua Reynolds, siguiendo la
tradición establecida por van Dyck, se centraron en retratar a la aristocracia
inglesa. El vigor y la gracia de estos retratos, y su penetrante interpretación
psicológica, los elevan del simple retrato social a un incomparable registro de
las modas y costumbres de las clases adineradas de la época.
Pintura neoclásica
En la segunda mitad del siglo XVIII la pintura experimentó
una revolución, cuando el casto neoclasicismo vino a sustituir al exuberante
estilo rococó. Este resurgimiento clásico en las artes se debió a diferentes
acontecimientos. En primer lugar, a mediados del siglo XVIII, se iniciaron
muchas excavaciones arqueológicas en Italia y en Grecia y se publicaron libros
con dibujos de antiguas construcciones que los arquitectos ingleses y franceses
copiaron con avidez. En segundo lugar, en 1755, el historiador del arte alemán
Johann Joachim Winckelmann publicó su ensayo Pensamientos sobre la imitación de
las obras griegas en la pintura y la escultura, ensalzando la escultura griega.
Esta obra, que ejerció gran influencia sobre los artistas, impresionó sobre
todo a cuatro pintores extranjeros residentes en Roma: el escocés Gavin
Hamilton, el alemán Anton Raphael Mengs, la suiza Angelika Kauffmann y el
estadounidense Benjamin West, que se inspiraron en ella para crear cuadros
basados en la literatura clásica. era conocido por sus cuadros y grabados de
tono moralizante, en los que satirizaba los disparates sociales de su época,
como en su famosa serie (primero pintada y después grabada) Mariage agrave; la
mode (1745), en la que relata la ruinosa trayectoria de los matrimonios de
conveniencia.
Thomas Gainsborough y Sir Joshua Reynolds, siguiendo la
tradición establecida por van Dyck, se centraron en retratar a la aristocracia
inglesa. El vigor y la gracia de estos retratos, y su penetrante interpretación
psicológica, los elevan del simple retrato social a un incomparable registro de
las modas y costumbres de las clases adineradas de la época.
Pintura neoclásica
En la segunda mitad del siglo XVIII la pintura experimentó
una revolución, cuando el casto neoclasicismo vino a sustituir al exuberante
estilo rococó. Este resurgimiento clásico en las artes se debió a diferentes
acontecimientos. En primer lugar, a mediados del siglo XVIII, se iniciaron
muchas excavaciones arqueológicas en Italia y en Grecia y se publicaron libros
con dibujos de antiguas construcciones que los arquitectos ingleses y franceses
copiaron con avidez. En segundo lugar, en 1755, el historiador del arte alemán
Johann Joachim Winckelmann publicó su ensayo Pensamientos sobre la imitación de
las obras griegas en la pintura y la escultura, ensalzando la escultura griega.
Esta obra, que ejerció gran influencia sobre los artistas, impresionó sobre
todo a cuatro pintores extranjeros residentes en Roma: el escocés Gavin
Hamilton, el alemán Anton Raphael Mengs, la suiza Angelika Kauffmann y el
estadounidense Benjamin West, que se inspiraron en ella para crear cuadros
basados en la literatura clásica
Formula de
Pintura
Superficie
= 3,1416 x d x h + 1,5708 x d x d
h = altura
•Chapa corrugada:
/-------\ /-------
______/a \____/b1
b2
b1 +b2
A = h x l x
--------------------
(b1 x Cos
a)+b2
b1 +b2
A = h
x l x -------------------- Si a = 30o
(0,87 x b1)+b2
b1 +b2
A = h
x l x -------------------- Si a = 60o
(0,5 x b1)/b2
b1 +b2
A = h
x l x -------------------- Si a = 90o
b2
HISTORIA DE LOS POLIMEROS
Historia de los
polímeros
Desde el
principio de los tiempos el hombre ha sido dependiente de los materiales tanto
animales como vegetales para suplir sus necesidades de sostenimiento, refugio,
alimentación y otros requerimientos. Con este fin se utilizaron durante miles
de años resinas naturales y gomas. Por ejemplo la cultura antigua griega
utilizaba el ámbar: los romanos, la goma de mascar, y los indígenas
sudamericanos utilizaron el caucho natural extraído de los árboles para
diversas aplicaciones, y se tiene conocimiento del uso del asfalto en tiempos prebíblicos1.
Aunque las primeras investigaciones que se realizaron sobre el caucho se
llevaron a cabo desde 1761, la estructura molecular de los polímeros sólo se
entendió hasta el siglo XX2
Alrededor de
1830 Charles Codear desarrolló el proceso de vulcanización, que consistía en
mezclar caucho natural con azufre a cierta temperatura. El caucho vulcanizado
presentaba mejores características que el caucho finales del siglo XIX se vio
la necesidad de reemplazar las bolas de billar hechas de marfil animal, para lo
cual John Wesley Hyatt desarrolló el así llamado ceíllo producto considerado
como el primer termoplástico. Fue a principios del siglo X cuando se desarrolló
el primer polímero completamente sintético llamado Bakelita, inventado por Leo,
considerado como el primer polímero termoestable. Es de gran importancia debido
a sus características como aislante eléctrico.
En 1920
Herman se opuso a las apreciaciones de
los investigadores de la época y propuso que el comportamiento viscoso
particular de las soluciones poliméricas no se debía a la formación de micelas
sino a la longitud de las moléculas que constituían la solución. Postuló así,
por primera vez, la existencia de En 1927 se desarrollaron el acetato de
celulosa y el cloruro de polivinilo, lo que permitió producir el PVC (Cloruro
de polivinilo), uno de los materiales actualmente mas utilizados. A partir del
año 1930 se inventaron la gran mayoría de los polímeros de más común aplicación
como lo son: Nylon (Poliamidas), PVA (Acetato de polivinilo), polímeros
acrílicos.
otros
materiales, usados comúnmente en esa época tales como los metales y la
madera
Aunque hoy en
día la tecnología del los poliuretanos es bastante extensa, vale la pena hacer
un breve repaso histórico de su desarrollo desde sus inicios. En 1937 un grupo
de investigadores con el Dr. Otto Bayer a la cabeza, desarrollaron un
elastómero haciendo reaccionar toluen-diisocianto con vario polio les, lo que
les permitió obtener las primeras espumas de poliuretanos. Este nuevo producto
permitió obtener enormes ventajas frente a
Sin embargo
este producto se desarrollo plenamente en la parte comercial, hasta después de
la I Guerra Mundial. Las primeras formulaciones que se dieron a conocer fueron
el Agamí U y el Perlón U. Pero fue hasta 1952 que los poliisocianatos, en
especial el TDI (Toluen-Diisocianato) empezaron a comercializare con
producciones relativamente bajas si las comparamos con las de hoy en día. Los
primeros desarrollos de las espumas flexibles de Poliuretanos se llevaron a
cabo el Alemania entre 1952 y 1954, cuando por la misma época Estados Unidos
desarrollo un especial interés por este producto
Inicialmente,
todas las aplicaciones comerciales de las los Poliuretanos se basaban en los
tipo poliéster, sin embargo no mucho tiempo después se introdujo en polio tipo
poliéster, convirtiéndose en un producto predilecto frente a su antecesor
debido a sus ventajas tanto técnicas como comerciales. La inmensa variedad de
formulaciones que se obtuvieron a partir del polio, y su bajo costo de
producción, causo que para 1960 ya se estuvieran produciendo
En algunos
casos se usa el término macromolécula para referirse a ciertos polímeros,
aunque es más común para denotar moléculas más complejas que no necesariamente
tienen unidades repetitivas como las proteínas, ácidos nucleicos, enzimas, etc.
7 Pesos
moleculares superiores o iguales a 10000
Tamaño de la
molécula Material Ejemplo de uso
C1-C4
Gas natural y para generar
6 calor
C5-C12
Gasolina Motores de combustión
C15-C20
Combustible,
Diesel, calentamiento
Queroseno
C20+ Aceites
lubricantes Motores
C100 Ceras
parafinitas Velas
C1000+
Polietileno Bolsas plásticas
Tabla 1-1.
Concepto macromolecular de los polímeros8
Se puede
hacer una primera clasificación de los polímeros en dos grandes grupos:
biopolímeros y polímeros sintéticos. Los biopolímeros son macromoléculas que se
encuentran fácilmente en la naturaleza y pueden o no tener unidades
repetitivas. La celulosa, el caucho natural, son ejemplos de macromoléculas
naturales constituidas por miles de unidades repetitivas, y tenemos ejemplos
como las proteínas, los ácidos nucleicos y las enzimas que tienen estructuras
complejas con variadas moléculas simples. Los polímeros sintéticos no se
encuentran en la naturaleza, son producto de reacciones químicas de
polimerización (polimerización en cadena o polimerización por etapas) en donde
las unidades repetitivas forman enlaces covalentes haciendo crecer las cadenas
poliméricas. Se producen a partir de los monómeros puros. Por ejemplo, el
Polietileno, en el que su unidad constitutiva es el monómero de etileno, es uno
de los polímeros más usados en todo tipo de industria. Este tipo de polímeros
se conocen como "comodita polímeros". También se desarrollan "
para aplicaciones más específicas
Cada cadena
de polietileno se encuentra en una conformación zigzag plana extendida, donde
la arista
C siempre va
en dirección a la
Si analizamos
esta longitud, sabemos que son moléculas alargadas, pero este valor no nos
puede explicar claramente la "forma" de la cadena. Para aclarar este
concepto se utiliza la relación de aspecto, es decir, la relación entre la
longitud y el diámetro.
Para una
molécula de polietileno con un grado de polimerización (número de unidades
repetitivas) de 100000 comparada con un espagueti tenemos:
9 Imagen
tomada de Referencia 45
Polietileno.
Estos valores
nos pueden dar una idea de la relación entre la longitud de las cadenas
moleculares de los polímeros y su diámetro (Relación de Aspecto). La naturaleza
de las cadenas poliméricas y el tipo de interacciones que tienen entre cadenas
determina las propiedades macroscópicas del polímero.
Según el tipo
de cadena, y la "forma" de esta, es decir, que tan ramificada es, y
como son las ramificaciones, las propiedades de procesamiento de los polímeros
varían, pues no todas las moléculas se "mueven" de la misma forma y
no todas interactúan de la misma manera. Las moléculas con un mayor impedimento
estérico (grupo radicales más voluminosos) tienen una menor capacidad de reptar
10 , lo que disminuye su capacidad de fluir. Un ejemplo de este fenómeno se
observa en los vidrios de las catedrales europeas en donde se evidencia un
flujo lento del vidrio a través de los siglos11 . Para explicar el fundamento
físico del flujo viscoso y la deformación lenta al someterse a una carga
constante, se debe entender que si se mantiene un esfuerzo durante un largo
período de tiempo, se presentan reacomodaciones estables de las moléculas. Para
cuantificar este fenómeno se utiliza el número de Débora
M. Reinar 12
encontró una técnica para explicar este tipo de fenómeno que consiste en
encontrar el número de Débora, como sigue. Los intervalos de tiempo
característicos para los cuales tiene memoria un material fundido se relacionan
con su tiempo de relajación. En textos más especializados 13 , se pueden
encontrar descripciones completas del comportamiento visco elástico y los
tiempos de relajación que tienen los polímeros fundidos 14 . En general, el tiempo
de relajación se encuentra a partir de la viscosidad y del módulo elástico;
éstas son las cantidades que reflejan sus comportamientos viscosos y elásticos
ante un esfuerzo que se les aplique, y su relación da el tiempo natural o de
relajación para el material, es decir, el tiempo en que el material responde.
El numerador de la siguiente ecuación hace referencia al tiempo en que se
observa el proceso, es una ventana de tiempo experimental15.
Historia
En 1958 un equipo de científicos inventó la
fibra LYCRA® que, en un principio, fue ideada para sustituir el caucho
utilizado en la producción de lencería. Antes de que apareciera la fibra LYCRA®
la ropa se deformaba, estiraba, formando antiestéticos pliegues y bolsas; todo
cambió cuando el científico de DuPont Joel Shiva perfeccionó una fibra
revolucionaria denominada K.
Los sesenta – En la década de los 1960, la
fibra LYCRA® revolucionó el modo en que se podían usar los tejidos. En la ropa
de playa, esta fibra hizo posible que los trajes de baño grueso y pesado se
reemplazaran por prendas ligeras y de secado rápido como el biquini. En 1968,
los miembros del equipo de esquí francés ganador de la medalla olímpica fueron
los primeros deportistas de alto nivel en llevar trajes de esquí elaborados con
fibra LYCRA®. Esta tendencia no tardó en extenderse a los demás deportes. En
1972, los nadadores olímpicos ya lucían trajes elegantes y ligeros hechos con
fibra LYCRA®.
Los setenta –
En los 1970, la marca hizo su entrada en el mundo de la moda: la fiebre de las
discotecas y el interés por estar en forma hicieron que las mallas y los
leotardos se convirtieran en la estética del momento. Las mallas y los vaqueros
ajustados hechos con fibra LYCRA® son algunas de las prendas que marcaron este
período.
Los ochenta – A mediados de los 1980, más de
la mitad de medias y prendas de ropa interior femenina contaban con la fibra
LYCRA® para quedar bien, ajustadas y cómodas.
Los noventa – Durante los 1990, la marca
LYCRA® fue ganando posiciones en el sector textil deportivo gracias al
desarrollo de fibras de alta tecnología como el tejido LYCRA® Powell utilizado
en los shorts de compresión, que ayudan a los atletas a reducir el cansancio de
los músculos. Además, esta década vio crecer la popularidad de la fibra no solo
en la moda de mujer sino también en la de hombre.
Siglo veintiuno – La fibra LYCRA® está
evolucionando continuamente para generar valor y crear nuevas experiencias para
el consumidor. En 2004, de la mano de su socio de licencia Cotí, Inc., la marca
LYCRA® traspasó los límites de la indumentaria introduciendo el LYCRA® un
esmalte de uñas resistente a los golpes fabricado con LYCRA® en forma líquida.
Otras innovaciones recientes incluyen: la fibra LYCRA®, que promete una
adaptación inigualable en los trajes de baño y los suéteres; el tejido XFIT
LYCRA®, que establece los nuevos estándares para las prendas de Denia en lo que
a adaptación multidimensional y comodidad se refiere; el tejido LYCRA®
FREEF!T®, que permite rediseñar las telas para camisas y blusas mejorando la
elasticidad y manteniendo la forma; y el tejido LYCRA, para que la ropa esté
siempre fresca Producto
LYCRA® es una fibra sintética que pertenece a
la clasificación genérica de “elastina”.
Nunca se usa sola, sino que se mezcla con otras fibras para obtener
tejidos con una elasticidad única y que no se deforman. La fibra LYCRA® hace
que las prendas resulten cómodas, que sienten bien, conserven su forma, duren
mucho y permitan moverse con toda libertad a quien las lleva. Todo esto se consigue
gracias a las propiedades excepcionales de esta fibra, que se puede estirar
hasta siete veces su longitud y luego recupera su tamaño inicial al dejar de
tensarla.
Cualquier fibra natural o sintética se puede
combinar con la fibra LYCRA®. Para transformar el comportamiento de un tejido
basta con una cantidad muy pequeña de esta fibra: un 2% puede ser
suficiente. Hay varias
maneras de incorporar LYCRA® a otras fibras para producir tejidos para todas
las necesidades.
Poliisopreno
Poliisopreno
(IR); El poliisopreno sintético moderno se diseña para ser similar al caucho
natural en estructura y características, el polímero crudo típico de las
características del polímero y las características vulcanizadas del
poliisopreno son similares a los valores obtenidos para el caucho natural. El
caucho natural y el poliisopreno sintético ambos tienen una histéresis
extensible y buenas características extensibles frente al calor. La naturaleza
muy específica del poliisopreno sintético proporciona un número de factores que
lo distinguen del caucho natural. El poliisopreno sintético tiene más
compatibilidad que el caucho natural en mezclas con SSBR y EPDM. La uniformidad
del poliisopreno sintético garantiza una calidad constante, sus principales
aplicaciones son en adhesivos, fabricacion de botas, chupones, llantas,
guantes, etc contacta al especialista tecnico de Quimio para que te apoye en
obtener la formulación que estas buscando.
Formula de
polisopreno
EL CAUCHO
CONQUISTA AL MUNDO CIVILIZADO: En 1770, gracias al inglés Naire, el caucho
entró en el campo industrial. Naire tuvo la idea de mezclar al látex ciertas
sustancias granulosas que se empleaban para limpiar metales: la piedra pómez y
el esmeril. Con el producto obtenido de esa mezcla modelé un pequeño prisma que
frotó sobre un papel manchado: las manchas desaparecieron inmediatamente. Las
primeras gomas de borrar se vendieron al precio fabuloso de cinco chelines.
En la misma
época otro sabio inglés Presley, experimentó con el látex buscando aplicaciones
industriales más importantes. En 1785, el físico Alejandro Charles diluyó goma
en trementina y con esa solución untó el tafetán que sería la envoltura de su
aeróstato.
En 1793, el
inglés Samuel Peal patentó un procedimiento para la impermeabilización de tejidos
tratados con una solución de goma en trementina. El norteamericano Codear
descubrió mucho más tarde el secreto de la vulcanización. Sus trabajos fueron
lentos y tenaces. A pesar de las dificultades, que parecían invencibles,
conservaba su inquebrantable confianza. Se proponía perfeccionar la pasta de
látex volviéndola menos pegajosa y más elástica y resistente. La casualidad
desempeñó un papel decisivo.
Estaba Codear
completamente arruinado y se creía en un callejón sin salida. Un día dejó caer
sobre un hornillo —uno de los pocos instrumentos de su laboratorio— un pedazo
de caucho mezclado con azufre. Según la leyenda, parece que se trataba de una
bolsa de caucho destinada al transporte de correspondencia, que la
administración del Correo le había encargado y luego devuelto por inservible
(ya que por efectos del calor se tomaba pegajosa). Esa bolsa se incendió y
Codear la tiró por la ventana. Al día siguiente la encontró metamorfoseada en
el caucho que hoy usamos.
La verdad es
otra. La mezcla de látex y azufre se transformó durante la noche por la acción
del calor del hornillo. Al día siguiente Codear pudo comprobar que la goma, por
efecto del azufre, había adquirido una resistencia inesperada y perdido su
rigidez. Se sabe que la vulcanización (tratamiento del látex por el azufre)
confiere al caucho una elasticidad uniforme, sea cual fuere la temperatura
ambiente. En efecto, el caucho virgen se vuelve fácilmente pastoso con el
calor; es además pegajoso, y muy sensible a diversos agentes químicos.
El caucho
vulcanizado no adolece de estos defectos. La técnica de la vulcanización ha
progresado mucho, y hoy se obtienen en pocos minutos y a bajas temperaturas los
más variados tipos de caucho. Pero en lo esencial consiste aún —como hace cien
años— en asociar íntimamente el azufre a la goma virgen. El producto obtenido
es tanto más duro cuanto más azufre contiene, hasta llegar a la ebonita,
hermoso material negro brillante. En la actualidad, mucha gente se ocupa en
recoger la preciosa savia de la Hevea. Solamente en Asia se dedican a ello más
de dos millones y medio de obreros. También en América hay grandes
plantaciones.
Formula
de Caucho
HISTORIA POLYESTER
Origen del poliéster
En la década de los años treinta,
se produjo en Inglaterra la primera fibra de poliéster, filamento contínuo,
obtenido a partir de ácidos dicarboxílicos llamado Terylene ; en Francia esta
fibra se llamó Tergal y en España Terlenka.
Después de la segunda guerra
mundial, la firma alemana Hoechst, empezó a producir un poliéster con el nombre
de Trevira.Los químicos británicos John Rex Whinfield y James Tennant Dickson,
empleados de la Calico Printer`s Association de Manchester patentaron el
"poli(etilen tereftalato)" (también llamado PET o PETE) en 1941 al
continuar las primeras investigaciones de Wallace Carothers. El PET tiene sus
orígenes en escritos de 1929 de Wallace Carothers. Sin embargo, DuPont eligió
concentrarse en la investigación dJohn Rex Whinfield y James Tennant Dickson
observaron que Carothers no había investigado el poliéster formado a partir de
etilenglicol y ácido tereftalico. Winfield y Dickson junto con los inventores
W.K. Birtwhistle y C.G.Ritchie crearon la primera fibra de poliéster llamada
Terylene en 1941, fabricada por primera vez por Imperial Chemical Industries o
ICI. La segunda fibra de poliéster fue el Dacron de DuPont. El poli(etilen
tereftalato), por tanto, es la base de fibras sintéticas como poliéster Dacron
y Terylene.el Nylon, que era más prometedora. Durante estos años, Du Pont, buscaba multiplicar las
propiedades técnicas del poliéster, texturando filamentos y creando napas
sintéticas ( fiberfil para rellenos )que superponiéndolas, se utilizaban para sacos
de dormir y anoraks, ya que tienen mejor resultado que la pluma natural.
En
los poliésteres de última generación, encontramos Setila ( antes Rhone-poulenc
).
Las
investigaciones del poliéster de DuPont condujeron a una gran variedad de
productos registrados, un ejemplo es Mylar (1952), una película de PET
extraordinariamente fuerte, que surgió del desarrollo del Dacron a principios
de los 50 (1952). Sin embargo la aplicación que le significó su principal
mercado fue en envases rígidos, a partir de 1976; puedo abrirse camino gracias
a su particular aptitud para el embotellado de bebidas carbonatadas.
Formula
de Poliéster
Polímeros
sintéticos y naturales
Los polímeros
son una estructura compleja formada por la repetición de una unidad molecular
llamada monómero. Existen polímeros naturales y polímeros sintéticos. En muchos
casos una molécula de un polímero está compuesta de miles de moléculas de
monómeros.
Los monómeros son los pequeños eslabones que se repiten para formar un polímero mediante un proceso llamado polimerización.
Los monómeros son los pequeños eslabones que se repiten para formar un polímero mediante un proceso llamado polimerización.
Figura 1.
Esquema de polímero
Los polímeros
se dividen en dos grandes grupos: aquellos naturales, como celulosa, almidones,
ADN y proteínas. Por otro lado, existen aquellos sintéticos que fueron
fabricados por el hombre y que incluyen todos los derivados de los plásticos.
Polímeros
naturales
Los polímeros naturales reúnen, entre otros, al almidón cuyo monómero es la glucosa y al algodón, hecho de celulosa, cuyo monómero también es la glucosa. La diferencia entre ambos es la forma en que los monómeros se encuentran dispuestos dentro del polímero.
Otros polímeros naturales de destacada importancia son las proteínas, cuyo monómero son los aminoácidos.
Por otro lado, la lana y la seda son dos de las miles de proteínas que existen en la naturaleza, éstas utilizadas comos fibras y telas.
Todo lo que nos rodea son polímeros. Los tejidos de nuestro cuerpo, la información genética se transmite mediante un polímero llamado ADN, cuyas unidades estructurales son los ácidos nucleicos.
Los polímeros naturales reúnen, entre otros, al almidón cuyo monómero es la glucosa y al algodón, hecho de celulosa, cuyo monómero también es la glucosa. La diferencia entre ambos es la forma en que los monómeros se encuentran dispuestos dentro del polímero.
Otros polímeros naturales de destacada importancia son las proteínas, cuyo monómero son los aminoácidos.
Por otro lado, la lana y la seda son dos de las miles de proteínas que existen en la naturaleza, éstas utilizadas comos fibras y telas.
Todo lo que nos rodea son polímeros. Los tejidos de nuestro cuerpo, la información genética se transmite mediante un polímero llamado ADN, cuyas unidades estructurales son los ácidos nucleicos.
Caucho natural
El caucho natural es un polímero elástico y semisólido, que posee la siguiente estructura:
El caucho natural es un polímero elástico y semisólido, que posee la siguiente estructura:
Los
aminoácidos forman una proteína a través de un enlace peptídico, enlace entre
un carbono del grupo carboxilo y un grupo amino.
Figura 4. Enlace peptídico
Cuando se unen dos aminoácidos, el producto
PANORAMA DEL BLOGGER
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COMO ELABORAR UN MATERIAL ELÁSTICO
COMO ELABORAR PINTURA ACRILICA
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